Alkmaar: Una ruta alternativa a la clásica Ámsterdam

Alkmaar: Una ruta alternativa a la clásica Ámsterdam

Cambiar la forma para salirse de la norma

Sin duda, Amsterdam es uno de los principales atractivos turísticos de Europa para el viajero promedio: el Barrio Rojo, la conmovedora historia de Ana Frank, los canales, las bicis, qué encanto ¿verdad? Pues si bien todo esto es cierto, el revestimiento de color rosa que se le atribuye a esta ciudad esconde una realidad bastante menos deseable: el ajetreo del tráfico ciclista, la turistificación de ciertas zonas, etc.

Sin embargo, ¿cómo te quedarías si te dijera que existe una ciudad con muchos de los atractivos turísticos de Amsterdam pero sin las desventajas que acarrea? Pues así es, hablamos de Alkmaar, a tan solo 30 minutos en coche de la capital neerlandesa. Se trata de una ciudad amable, gastronómicamente variada, con cultura y museos de todo tipo y sin la gentrificación característica de la gran ciudad metropolitana.

No obstante, sí que destaca una actividad principal para el turista en esta ciudad: El Kaasmarkt, el mercado del queso. Se trata de una actividad centenaria tradicional de esta ciudad, desarrollada los viernes de primavera y verano, en la cual los portadores de queso transportan hasta 160 kilos de queso por carro, que posteriormente se pesan en la báscula, tal y como se ha hecho desde el siglo XVI.

El encanto de lo oculto

ayuntamiento Alkmaar

Ayuntamiento Alkmaar

Quesos a parte (pues hay gente que no disfruta de lugares con tanta gente, a pesar del espectáculo único, o personas que simplemente no pueden ir un viernes), Alkmaar es una ciudad con un gran encanto arquitectónico. La disposición de la ciudad es mágica, salvaguardando el centro histórico con el encanto

Molino de Piet

Molino de Piet

provinciano que le caracteriza, pero manteniendo muchas zonas verdes y canales, como los que rodean la colina del grandioso molino van Piet. Esta ciudad te enseña a apreciar los pequeños

placeres de la vida, como disfrutar de un helado soft ambachtelijk (que significa artesano) a la orilla de un canal en uno de sus parques, apreciando los sonidos de la naturaleza y el saludo de algún ciclista feliz.

 

En resumen, Alkmaar es una ciudad tranquila , simpática pero donde no te faltarán actividades por hacer, museos por visitar, tiendas por mirar o restaurantes por probar. Porque a veces, hay que cambiar la forma de viajar para salirse de la norma de los demás.

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