Día 1: Llegada a Amsterdam
Si llegas temprano, puedes dar una vuelta por la zona del Anillo de canales, una construcción que data del siglo XVII y ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad. Para los aficionados al bullicio, recomendamos visitar las famosas plazas de la ciudad: Dam, Rembrandtplein y Leidseplein. Si se prefieren las zonas menos conocidas, entonces recomendamos dar una vuelta por Brouwersgracht o alquilar una “bici del canal”, para ver la ciudad desde el agua.
Día 2: Amsterdam-Haarlem, 30 km
Es importante comenzar la jornada temprano para evitar las colas en los museos de Van Gogh o de Anne Frank. Al final de la mañana te despides de la increíble Amsterdam y tomas la bici para ir a través de Kennemerland. Hoy espera una gran variedad de paisajes: amplias áreas de pólderes, jardines silvestres, fincas y mansiones, bosques y bonitas zonas de turberas y humedales. El alojamiento de hoy está en la elegante ciudad de Haarlem. El atractivo centro histórico de la ciudad ofrece amplias posibilidades: desde ir de compras, pasando por profundizar en la cultura y el arte, o relajarse en algún café o restaurante.
En abril y a principios de mayo, puedes realizar una ruta más larga de 60 km para ver los campos de tulipanes.
Día 3: Haarlem – Leiden, 43 km

El casco antiguo de Haarlem merece una visita a conciencia. Recomendamos una vuelta por la ciudad para descubrir su “hofjes” escondidos. Un hofje es una plazoleta con pequeños hospicios o casas de acogida dispuestos alrededor de un patio idílico. Generalmente estaban situados al lado de la iglesia o al lado de alguna residencia de caridad que albergaba mujeres mayores. También recomendamos visitar el Museo Frans Hals, donde uno es transportado a la Edad de Oro holandesa gracias a la exposición de las obras del pintor de Haarlem Frans Hals (pintor de retratos de grupo) y de otros habitantes de la ciudad como Jacob Ruysdael (pintor de paisajes costeros y de interior) y Pieter Saenredam (pintor de interiores de iglesias). Por la tarde, una ruta colorida a través de la Región de las Dunas y los Bulbos. Recomendamos hacer este viaje antes de mediados de mayo, ya que de esta forma se puede disfrutar del esplendor de los campos de bulbos en flor. Tulipanes, crocus, narcisos y jacintos se cultivan aquí para ser exportados y cambian temporalmente el paisaje de esta zona, convirtiéndolo en una de las atracciones favoritas del país. Para pasar un día en la mundialmente famosa Exhibición de Flores de Keukenhof, recomendamos reservar una noche extra en Leiden. Leiden es la ciudad universitaria más antigua de Holanda. Siempre está muy animada con eventos culturales y tiene un bonito y acogedor casco antiguo, con canales, monumentos, molinos y museos. Es de especial mención los históricos Jardines Botánicos.
Día 4: Leiden – Delft, 29 km
Después de la animada Leiden, la paz y la tranquilidad se reincorporan al viaje, atravesando paisajes típicos de la campiña holandesa. En esta zona hay numerosos rectángulos ordenados en el campo; un terreno de pólderes hecho por la mano humana (la mayoría son zonas de turbera recuperadas). Según se pedalea hacia la famosa ciudad de Delft, se pasa por brillantes lagos y verdes pastos, antiguos molinos de viento y tradicionales granjas. El encanto melancólico de la ciudad histórica de Delft es imponente. La mayoría asocian Delft con su cerámica blanca pintada a mano: Delftware. Pero Delft esconde más; ¿sabía que el pintor Johannes Vermeer (1632-1675) vivió en esta ciudad toda su vida? El Centro Vermeer alberga una exposición sobre su vida, su obra y sobre su ciudad natal, aunque no hay una muestra de su obra original.
Día 5: Delft – Gouda, 34 km
En esta jornada la ruta recorre el "Corazón Verde": un baluarte frente a la expansión urbanística del ensanche de Randstad. Pedaleando sobre diques que rodean los pólderes, se disfruta de bonitos pueblos, horizontes lejanos y cuadriculadas parcelas cortadas por acequias en campos de un verde brillante. Al final de la jornada aguarda la ciudad de Gouda. Si quieres darte una vuelta por la ciudad, recomendamos visitar el ayuntamiento de estilo gótico (1450); la Casa del Peso (1667); los canales románticos del interior de la ciudad y las vidrieras de la iglesia de S. Juan. Gouda también es famoso, por hacer gofres con sirope (¡hay que probar uno recién hecho!) y velas artesanales. Si viajas en verano, puedes planear el viaje para que el día 6 del viaje coincida en jueves y así se puede visitar el tradicional Mercado del Queso que se celebra todos los jueves por la mañana (desde el último jueves de junio al último jueves de agosto).
Día 6: Gouda – Woerdem, 38 km

El vasto paisaje de tu ruta de hoy está adornado por varios ríos pequeños, puentes blancos únicos y diversas artesanías. Al salir de Gouda, siguiendo el Hollandsche IJssel, llegarás a uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Holanda Meridional, Haastrecht. Haastrecht es uno de los pueblos más bonitos de Zuid-Holland. A través del pequeño río Vlist, aparece ahora la ciudad plateada de Schoonhoven. Schoonhoven es conocida por su plata y, por ello, recibe el sobrenombre de «Zilverstad» (ciudad de la plata). Desde el siglo XVII, los plateros y orfebres trabajan aquí. Hoy en día, Schoonhoven sigue siendo conocida por su plata. La ruta a lo largo del río te lleva luego a Oudewater, conocida internacionalmente por su evocador y monumental centro urbano, que incluye el Heksenwaag y el Museo de la Cuerda. Finalmente, llegarás a la ciudad de Woerden, el centro del Corazón Verde. Existe la opción de hacer 2 días en uno e ir directamente de Gouda a Amsterdam (68 km)
Día 7: Woerden – Ámsterdam 49 km

Desde Woerden, pedaleas a lo largo de los ocho kilómetros del Kamerikse Wetering, que fue excavado casi exactamente en dirección norte-sur. Pronto, Wilnis aparece a la vista. Para los primeros habitantes, vivir en Wilnis era, literalmente, vivir en medio de la naturaleza salvaje. Alrededor del siglo XI, se establecieron en una zona pantanosa. Esos tiempos ya han quedado atrás. Desde entonces, la zona ha sido recuperada. Wilnis saltó a la fama en 2003. En un verano seco, el dique se rompió, provocando una gran inundación. Sorprendentemente, no hubo víctimas. Un monumento en el dique reforzado conmemora este acontecimiento especial. A lo largo del Vinkeveense Plassen, pronto aparece Vinkeveen. El paisaje de Vinkeveen es como una postal. En la parte norte de esta zona lacustre, se puede ver parte de la Línea de Defensa de Ámsterdam, el Fuerte de Botshol, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Si quieres visitar un pueblo típico «holandés antiguo», te recomendamos Ouderkerk aan de Amstel. Pasea por sus bonitas calles históricas y no te olvides de visitar el antiguo cementerio judío «Beth Haim» (casa de la vida). El cementerio, con alrededor de 28 000 tumbas, es un monumento nacional. El mero hecho de que este lugar se encuentre en el Randstad, fuera del alcance de la ciudad y la modernización, lo hace especial y único. Es el cementerio judío más antiguo que sigue en uso en el mundo occidental. Por último, Ámsterdam te da la bienvenida con sus románticos canales.
Día 8: Amsterdam, fin de viaje
Desembarco después del desayuno antes de las 10 de la mañana. Si aún queda bastante tiempo para tomar el vuelo, puedes dejar tu equipaje en una taquilla en la estación de tren y seguir explorando Amsterdam