Viaje al Altiplano de Granada
Andalucía, Europa, Granada
Tipo de Ruta
A tu Aire, Viajes en Bicicleta
Nivel de Dificultad
Duración
6 días con 5 noches
Inicio - Destino
Granada - Granada
Número de participantes
2 viajeros
Precios desde
525 €
En el albor de los tiempos, el primer hombre europeo vivió junto a las orillas de un gran lago rodeado de altas Sierras: el Altiplano granadino. Os proponemos una incursión hacia esta tierra milenaria, virgen, sorprendente y acogedora. Saliendo desde Granada en dirección a la Sierra y siguiendo el curso del río Aguas Blancas, nos desplazamos hacia el este, atravesando pueblos como La Peza y Lugros para entrar al Senet (Marquesado de Cenete): una llanura flanqueada por las alturas de Sierra Nevada y Sierra de Baza, paso natural entre la Hoya de Guadix y las tierras de Almería. Tras el pueblo serrano de Jerez del Marquesado y la zona minera de Alquife, llegaremos a la Calahorra (pequeña y bella población asentada en la falda del cerro coronado por el sorprendente castillo-palacio de los Mendoza). Cruzaremos las llanuras del Marquesado, para atravesar de sur a norte la Sierra de Baza salvando su macizo central. Desde las laderas de sus altas moles calizas o «calares» descenderemos a la ciudad de Baza.
Después de Baza y el cercano gran embalse de Negratín, cruzaremos tierras semidesérticas moldeadas caprichosamente por el tiempo y regadas de luz, los llamados «badands», que acogen un laberinto de ramblas arenosas y montes donde florecen plantas aromáticas, y que nos abandonan en la altiplanicie salpicada de grandes encinas y cubierta de cereales. Estamos en tierras plagadas de dólmenes megalíticos, testigos mudos de las costumbres y creencias de una de las comarcas más antiguamente pobladas de Europa. Estamos llegando a Gorafe.
Alcanzaremos Guadix (la antigua Acci romana), desde donde vamos a regresar a Granada atravesando el interesante Parque Natural de la Sierra de Huétor. Granada nos recibirá, plena de encanto con la puesta de sol sobre su Vega y nuestros pasos junto a su Sacromonte gitano.
Vivir el viaje: Conoceremos las casas-cueva, un modelo de vivienda que aún hoy compite ventajosamente con modernas estructuras, disfrutaremos una gastronomía única y diferente, unos parajes inesperados y de gran contraste (la sierra, la planicie y las tierras áridas)… En mitad del viaje, pararemos en un alojamiento mágico donde un té con hierbabuena tras un baño o el simple aroma de los jazmines empezará a despertarnos la nostalgia del viaje que aún estamos haciendo.